10. Todo está en llamas
Previo: 9. ¿Ves lo que yo veo?
Miércoles, 12 de marzo de 2014, 7:16 AM
Estoy fuera en el aire fresco de la mañana. Una ligera brisa sopla desde el norte anunciando calor, aunque en Melbourne esto realmente no dice mucho; es una ciudad conocida por pasar ‘las cuatro estaciones en un día’. He sacado los botes de basura (ahora llenos de los restos de espejo, jarrones y cerámicas roots) y me estoy estirando bajo la luz dorada del sol que da color a la longitud de mi calle en largas, lángudas pinceladas. He regresado a estar ‘al derecho’ y me costará un tanto acostumbrarme. Al mismo tiempo, se siente cómodo– familiar.
Escucho un ruido en el patio de mis vecinos y veo a la señora Chew en una bata de seda arrastrando sus botes hacia el borde de la acera también.
‘¡Señol Pikkeljig! ¿Estás bien? ¡Estaba tan pleocupada, lah!’
‘Ah, estoy bien, sra. Chew, como puede ver.’ Extiendo los brazos. ‘¡No podría estar mejor!’
‘Ese homble – ¿vino a peleal contigo, eh?’
‘Así es.’
‘Pensé que tal vez te golpeó. Veo que tu ojo está un poco hinchado, ¿veldad?’
‘No, sra. Chew. Eso es viejo. Me caí jugando baloncesto la semana pasada. No, intentó golpearme pero falló. Todo lo que logró hacer fue romper un espejo – y algunas otras cosas.’
‘¡Ah – pero tú lo golpeaste!’
‘¡Así mismo!’
‘¡Lo pensé! ¡Lo vi salil! Tenía la boca llena de sangle. La estaba sosteniendo con la mano. ¿Sabes gong fu?’
‘Sí, sé kung fu.’ Hago algunos movimientos de corte en el aire con los filos de mis manos.
‘¡Muy bien! Gong fu chino. Ese homble estaba muy enojado, lah!’ (Nota del traductor: en los dialectos usados principalmente en el sur de China, el arte marcial llamado ‘kung fu’, en el dialecto Mandarín, se conoce como gong fu.)
‘Sí, un exnovio celoso, por desgracia’ señalo hacia la casa.
‘¡Wah lau! ¡Tu novia! ¡Ella es muy helmosa, lah!’
‘Gracias, sra. Chew. Estoy muy de acuerdo.’
‘¿Cómo se llama?’
‘Jìng Yí.’
‘Helmoso nomble pala una helmosa chica. ¡No es de extlañai que el otlo homble esté celoso, loj!’
‘Es más que celos, me temo: está obsesionado. No puede aceptar que ella haya seguido con su vida. Estoy seguro que su intención era de veras hacerme daño.
‘Pero le enseñaste a no metelse contigo, ¿veldad?’
‘Así mismo.’
‘Entonces, ¿pol qué no abliste la puelta? Casi llamo a la policía. Pensé que tal vez te había pasado algo, meh’.
‘Cerré para que el hombre no pudiera volver a entrar. Después me puse a limpiar: ya sabe, sacando los vidrios rotos a la basura. Luego pasando la aspiradora. ¡Imagínese el brinco que di cuando Jìng Yí me tocó en el hombro!’
‘Estoy tan feliz de que todo esté bien. Me hiciste preocupalme. Mi esposo está de vuelta en Malasia, así que estoy sola. Estaba muy asustada.’
‘Y con razón, sra. Chew. Ese hombre es violento. Mala gente. Tenemos que estar pendientes.’ Con esto, la señora Chew asiente en señal de acuerdo.
‘¡Tengo su matlícula!’
‘Excelente. Si ve su coche otra vez, llame a la policía.’
‘Lo halé. ¿Clees que volvelá?’
‘No creo. Eso espero. Pero estará alerta, ¿verdad sra. Chew?’
‘¡Pol supuesto!’
‘Excelente. Tengo su número de móvil y usted el mío. Podemos conversar comunicarnos si algo pasa.’
‘Bueno.’
He dejado a Justine durmiendo en la habitación de invitados. La última vez que estuve todavía dormía. Las líneas de su ceño se marcaban al doble de su profundidad usual en su frente. Ni hablar que anoche recibió un alud de datos difíciles de asimilar, sobre todo después de lo que parece que ocurrió antes de eso. Aún no sé los detalles y dudo que voy a querer saberlos.
Con todo, Justine asimiló lo suficiente, dadas las circunstancias. No dijo mucho, asintió y siguió las instrucciones de Frank. Creo que estaba en estado de choc clínico. Supongo que eso no resulta sorprendente. Fue bastante más tarde que se desmayó. Sin duda, cuando despierte se preguntará si todo fue una pesadilla.
Cuando subí corriendo las escaleras del estudio, no sabía qué esperar. Sabía que había pasado tiempo. Y cuando extendí la mano hacia la perilla de la puerta de la lavandería, me di cuenta que había 'cambiado los lados' otra vez. En otras palabras, sabía que me habían reimpreso. Pero no sabía por qué. Decidí dejarme llevar por la corriente y ver dónde me llevaba.
Decir que me sorprendió lo que vi en el pasillo es quedarse corto. Había sido destrozado: el espejo gigante se había hecho añicos, mil fragmentos afilados como navajas cubrían el suelo. El armario del pasillo con los jarrones había sido volcado y la cerámica rota se alzaba sobre el piso brillante como dientes de coral.
Por supuesto, escuché a Justine llamando. Me sorprendió verla en el piso de la sala, tumbada en lo que parecía ser un charco de vómito semi-seco. Sostenía la cabeza de una persona. Mi cabeza. Y estaba toda azulosa. Supe de inmediato que no era D1 – el cadaver estaba vestido idéntico a mi. Mi más reciente copia de seguridad había sido impresa, probablemente por Frank. Algo muy, muy malo acababa de suceder.
Corrí a asegurarme que mi antiguo yo estuviera definitivamente muerto. No sé qué habríamos hecho si no lo estuviera. No obstante, ya estaba empezando a enfriarse: la piel no era la de una persona viva cuando le tomé el pulso. A falta de circulación sanguínea, el cerebro se asfixia al cabo de unos seis minutos. El cadaver llevaba muerto mucho más tiempo que eso. También parecía que le habían dado una buena tunda: tenía rota la nariz y posiblemente también el pómulo izquierdo. Su boca era un desastre total: hinchada hasta el punto de no ser reconocible, con esmalte de los dientes rotos mezclándose con vómito anaranjado. Tenía ya idea clara sobre quién estaba detrás de esto: Ian McCrae.
Bajé la mirada hacia mi antiguo yo y me pregunté si había logrado conectar al menos un puñetazo. Las articulaciones de su mano izquierda dejaron claro que sí; los nudillos del dedo medio e índice estaban destrozados, el tipo de daño que se ve en peleas de cantina cuando puño y dientes se encuentran.
Mirándolo, me pregunté qué le había pasado. ¿Lo mató Ian? Lo dudo. Había tenido tiempo para vomitar, probablemente por la conmoción cerebral. Deduzco que se había atragantado, y eso había provocado una muerte cardíaca súbita, tal como me había advertido Clinton, el enfermero practicante.
Le expliqué algo así a Justine, pero ella sólo me miró con la mirada vacua de una víctima de choc. La voz de Frank tronó a todo volumen en el altavoz de su teléfono, provocando que ambos entráramos 'en acción':
Frank nos indicó – o más bien a mí, inicialmente – que moviéramos la mesa de centro a un lado. Eso dejó al cadaver tendido en la alfombra. Tuve que enrollar el cuerpo haciendo presión, de modo que sobrara más o menos el mismo espacio tanto en la punta superior como en la inferior. Luego tuve que poner bolsas para basura pesada en ambos extremos y sellarlas con cinta adhesiva.
Después, y hubo que barrer una vereda improvisada através de los escombros, usando el escobillón del garaje.
Entonces llegamos a la parte difícil: convencer a una Justine conmocionada y temblorosa para que me ayudara a cargar el cuerpo (envuelto en Ia alfombra y bolsas de basura) y llevarlo al estudio.
Frank insistió en que Justine se pusiera una capa impermeable y guantes (para minimizar el contacto de ADN con la parte inferior de la alfombra, supongo). Probablemente me tomó unos veinte minutos convencerla para hacer esto– de primera intención se limitó a sentarse en el (ahora falto de alfombra) piso de concreto pulido y negarse con la cabeza. Una vez la convencí, nos tomó otros veinte minutos llevar el cuerpo al estudio, dando tropezones todo el camino.
Para cuando llegamos a las escaleras, la pila del teléfono de Justine se descargó, así que Frank daba sus instrucciones a gritos a través de la conexión de Skype. Era tajante en que minimizáramos el contacto entre la alfombra y el suelo o las paredes del pasillo. Por supuesto, esto era prácticamente imposible; Justine debió dejar caer al pobre ‘ex-Dan’ al menos media docena de veces. ¡Y menos mal que a ella le tocó las piernas! ¡No tenía idea que pesaba tanto!
Una vez lo metimos en la cabina de grabación, Justine cojeó de regreso a las escaleras donde se sentó sosteniendo la barbilla entre las manos, la mirada perdida. Mientras tanto, forcejee con el cuerpo hasta llevarlo al centro de la cabina de grabación, sudando la gota gorda por cada poro. Justine no comentó mientras yo presionaba ‘Grabar y borrar.’ Sólo cuando terminé se volvió y me preguntó:
‘¿Por qué no hemos llamado a la policía todavía? No podemos dejar el cuerpo aquí. Se notará el hedor.’ Por supuesto, respondí con:
‘¿Qué cuerpo?’
Hizo falta bastante persuasión tanto de parte de Frank como mía para que fuera a mirar en la cabina de grabación y verificara que el cuerpo, de hecho, ya no estaba.
‘Por el amor de Dios. ¿Qué han hecho con él?’ fue su única respuesta.
‘Lo borré’, dije.
‘Sin embargo, está archivado en la computadora’, añadió Frank a través de la conexión de Skype.
‘Están locos, ¿saben? Van a meterse en problemas serios.’
‘¿Por qué?’
‘Sección 34B de la Ley de Delitos de 1958 – interferir con un cadáver’, dijo distraídamente, volviendo a sentarse en las escaleras.
‘Pero no hay cadáver.’
‘Porque lo has escondido.’
‘No, desapareció. Completamente.’
‘Si está en algún lugar bajo la casa, eventualmente se encontrará.’
‘¡Justine – el cadáver ha sido borrado!’ gritó Frank. ‘Díselo, Dan.’
‘He estado tratando de explicartelo, Juss. No hay una trampilla o algo por el estilo. Frank tiene una especie de aparato de teletransportación aquí. Está en esa cabina. Como en Star Trek: es como su sala de transporte.’
‘Nunca vi Star Trek.’
‘Está bien, entonces impresión 3D. Sé que es difícil de creer, pero el otro Dan simplemente ya no existe. Soy una copia, hecho con una impresora 3D. El original ha sido borrado como se borra un archivo de computadora.’
‘Estás todo al revés, ¿sabes? La partidura de tu pelo volvió al otro lado.’ Sus ojos parecieron perderse mientras hacía la observación.
‘Por algún motivo, eso pasa cuando se hace una copia.’
‘Necesito irme a casa. Nada de esto hace sentido. Necesito acostarme.’ Justine hizo un esfuerzo cansado para ponerse de pie. Fue entonces cuando noté la mancha en sus pantalones, una oscura extensión que iba desde su entrepierna, subiendo hasta atrás.
‘Justine – estás sangrando. ¿Te has lastimado?’ Se volvió hacia mí mientras preguntaba y dijo, con toda naturalidad:
‘¿Hm? No. Eso fue en casa. Ian se apareció. Debería haberme cambiado la compresa. Qué tonta fui. Estaba apurada.’
El resto fue fácil de adivinar.
Miré a Frank y estaba claro que él también entendió. Así que me despedí y le prometí que lo llamaría en un par de horas, después de haber cuidado de Justine.
La llevé arriba, la duché y le di uno de los pijamas de Frank. Ella había traído ropa interior adicional y algunos artículos de tocador el lunes por la noche. Por suerte, no se acordó de llevárselos. Lo que significó que al menos tenía ropa interior y una compresa. Luego la arropé en el dormitorio junto al mío y le di un beso en la frente. Se acurrucó en una bola, se tapó hasta la barbilla y pareció dormirse antes que yo saliera de la habitación.
Regresé a barrer el desorden, echándolo todo en el gran bote verde, junto con la capa de lluvia y los guantes que obligamos a Justine usar. Usé lejía para limpiar los pisos y las paredes, esmerándome (según las instrucciones de Frank) en limpiar todo lo que quedara cerca de la lavandería y la escalera oculta.
Lamenté ver que dos de los originales de Waldemar Kolbusz habían sido destrozados; Ian debió de estrellarme contra ellos repetidamente. Terminé desgarrando los lienzos y partiendo los marcos, metiéndolo todo en el bote de basura también. Se había llenado bastante y estaba pesado. Por suerte, mañana era día de recogida, aunque Frank dijo que no era de mayor importancia.
Era como la 1:00 am cuando finalmente pude llamar a Frank.
‘¿Estás ahí?’
‘Sí, viejo. ¿Todo bien?’
‘Ajá. He conseguido que Justine se duche y se acueste. Ha estado en el séptimo sueño por buen rato. Parece que el personaje de lan la ha violado.’
‘Me lo imaginaba.’
‘¡Quiero castrar a ese hijueputa!’
‘No te preocupes. Tengo un plan aún mejor.’
‘¿Eh? ¿Cómo así?’
‘Te lo explicaré más tarde. Por ahora, mantén en mente que tengo un plan y ya hemos comenzado a ponerlo en práctica. ¿Limpiaron?’
‘Todo listo, según tus instrucciones.’
‘Bien. Dale uno o dos días y repite todo el proceso con la lejía. No quiero que el estudio sea parte de la escena del crimen. Me importa un carajo el pasillo, eso es inevitable.’
‘¿Qué escena del crimen?’
‘Ya verás. Mientras tanto, tenemos algo más urgente de qué hablar. Voy a decirte lo que le pregunté a tu difunto colega: ¡¿Qué… Cojones… Estabas… Estában.. Pensando?! ¡So come mierda!’
‘¿Te refieres a duplicarme?’
‘¡¿Qué más?!’
‘Lo siento, tío Frank. Me di cuenta de que era una mala idea casi desde el momento en que llegué aquí. El otro todavía piensa que fue una idea genial, sin embargo. Ahora quiere que yo –’
‘Lo sé, lo sé – borrarte para que él pueda volar a Melbourne y tomar el control de tu vida, bla, bla. Bueno, obviamente eso no va, ¿verdad?’
‘Claro, porque mi vida aquí se jodió. Tendrá que quedarse en Perth.’
‘¡Claro que no! No se va a ‘quedar’ en ningún lado. Es totalmente prescindible. De hecho, su mera existencia lo arruina todo.’
‘Eh, Frank – permíteme señalar lo obvio, pero la copia soy yo –’
‘Me importa un carajo eso. Porque fuiste lo suficientemente tonto como para hacer dos versiones de tí mismo, ahora me toca elegir a uno de las dos, ¿verdad? Sólo hace falta medio seso para darse cuenta de que voy a preferir a la versión que finalmente ha ‘evolucionado’ en vez del imbécil que no. Cualquier cálculo arbitrario que hayas ideado previamente para determinar prioridad me importa un pepino. No, sencillamente hay que salir del otro.’
‘¿Estás bromeando? ¡Eso suena bastante crudo! Yo iba a contarle lo que ha pasado. Sabes, darle la oportunidad de divorciarse de Kylie, tal vez encontrar otro trabajo.’
‘Ajá, ¿y hacerme pasar por todo esto otra vez? ¡No, no y no! ¡Nada de eso!’
‘¿Por qué no?’
‘Porque, zoquete, no podemos tener dos de ustedes jodiendo por ahí al mismo tiempo. Confía en mí. Inevitablemente tendremos julepe. Grave. Considera sólo esto: tener una identidad falsa de por sí es difícil, sobre todo el evitar la detección de las autoridades. Sostener dos es casi imposible. ¿Dos pistas que conducen de regreso a dos estudios separados, pero conectados por una red? ¿Estás loco?’
‘Pero estaba pensando que si fuera a vivir contigo –’
‘Esto va a ser un episodio de la telenovela repetido, ¿verdad? ¡Debí haber grabado nuestra última conversación! ¿Por qué no se me ocurrió? Ah, claro, porque aún no me habías dicho que un sicópata homicida quería hacerte mierda. ¿Y todo esto ocurrió porque…? ¿Alguna idea? ¡Porque estabas usando la misma lógica pendeja que estás regurgitándome ahora!’
‘¿Me estás diciendo que no puedo ir a vivir contigo?’
‘¡Por supuesto que puedes! Pero primero tenemos dos asuntos críticos que resolver: Ian McCrae –llegaremos a eso a su debido tiempo. Pero el más urgente es tu alter ego, el tipo que llega de Kuala Lumpur vía Perth. Me envió un correo electrónico, como supongo que sabes. Soltó prenda. Me lo contó todo. Está muy orgulloso de sí mismo: se cree muy inteligente. Dan, te juro, cuando ustedes se dividieron, él monopolizó lo de bruto.’
‘Yo también llegué a esa conclusión.’
‘No ha madurado un carajo como individuo. Aferrándose contumazmente a su estupidez. Prácticamente me desafia a que le lleve la contraria. Soy capaz de sobrellevar lo necio, créeme que sí. Pero no soporto a los que se enorgullecen de serlo.’
‘Entonces, ¿qué sugieres que hagamos con él?’
‘Vale, aquí está mi plan. Escucha atentamente, toma notas. Y no la cagues.’
9:21 AM
Estoy abriendo Outlook en la computadora del estudio, en espera de un correo electrónico de D1. Y claro, lo hallo esperando en mi bandeja de entrada. Su tono es cada vez más estridente y desagradable.
Estimado D2
Estoy en la casa de Wanneroo.
Esperaba encontrar tu lista de instrucciones, pero parece que no has tenido tiempo de hacerla.
¿Puedes encargarte de eso pronto, por favor?
También el anillo. Necesito que me lo envíes cuanto antes. Por favor, responde o llámame por Skype.
Espero que honres el trato que tenemos. Creo no tener que acordarte que es la única solución lógica.
D1
Le escribo lo siguiente.
Hola D1
He tenido algunos contratiempos, en específico otro accidente. Sufrí un nuevo desmayo y acabé con golpes serios.
De todos modos, ya estoy mejor, así que las cosas pueden seguir según lo planeado.
Finalicemos todo esta tarde, ¿te parece? Digamos a las 2:00 pm hora mía (11:00 am tuya). Me tomará ese rato organizar mis apuntes. Hay mucho que contarte para que logres transiciónar perfectamente.
Estamos en la recta final. Si supieras, siento alivio. Te llamaré por Skype.
D2
10:42 AM
Justine está sentada con las piernas cruzadas en la silla del comedor, comiendo un trozo de tostada y mirando al horizonte.
Estoy haciendo café con la máquina de expreso. Tengo la sensación de ‘déjà vu otra vez’ (citando a Yogi Berra) (Nota del traductor: Yogi Berra se refiere a un distinguido jugador de béisbol norteamericano, famoso por sus cantinflismos): no parece que haya pasado tanto tiempo desde que ella se sentó aquí por primera vez, en el mismo asiento, comiendo tostadas, con migas y mantequilla en la mejilla… De seguro porque precisamente no fue hace tanto tiempo – nuestra relación puede haber empezado a parecerse a una telenovela brasileña, pero nada ha sido sino breve. He reflexionado antes sobre cuánto drama hemos logrado exprimir de unas pocas semanas; en mi caso, los últimos días han visto, por sí solos, más embrollos que todo el año anterior, o quizás que en la última década.
‘La sala se ve vacía sin la alfombra’, dice Justine, casi para sí misma. Me parece un comentario raro dado que ni siquiera está mirando hacia la sala. Abruptamente se vuelve hacia mí: ‘Todo eso de anoche realmente pasó, ¿verdad? Quiero decir, te mataron. Luego entraste en la habitación y te enrollaste a tí mismo en la alfombra. Después te llevamos al estudio. Entonces tú y tu tío – el sujeto al que conocía como Carl – hicieron desaparecer el cadaver. Le hace justicia como resumen, ¿no?’
‘Eh – sí. Eso es más o menos correcto.’
‘Sabes, es difícil creer que todo eso haya pasado. Y sin embargo, aquí estás. Aquí estoy. Te conté lo que me hizo Ian, ¿no?’
‘No en detalle, pero sí. ¿Cómo te sientes?’
‘Adolorida’, dice. ‘Ya llamé para avisar que estoy enferma. Me voy a tomar la semana. De hecho, estoy considerando renunciar. No sé qué hacer.’ Me pregunto si plantearle el ir a una clínica, pero lo reconsidero. ‘¿Me haces otra tostada? Ahora es que caigo en cuenta de que no había cenado.’
‘Enseguida.’ Pongo más pan en la tostadora y llevo su taza de café a la mesa.
‘Definitivamente no confiaría en mi recuerdo sobre 'Dan murió pero resucitó' si no estuvieras todo ‘al revés’ esta mañana.’
‘¿Tan obvio es?’
‘Bueno, para mí sí. ¿Supongo que por eso los jeans y trajes en tu armario están todos al revés?’
‘Ajá.’
‘Dios mío... Todo está cobrando algo de sentido, aunque retorcido, ahora. ¡De eso hablaba tu tío cuando dijo que no quería tener que venir aquí desde Brasil!’
‘Sí, se sometió a una cirugía de corazón recientemente. Se copió e imprimió para volver desde Suiza y me parece que no le sentó bien a su corazón. Debe ser la cosa de ‘cambiar la orientación’.’
‘¡Luego todo el asunto del funeral de Frank! ¡Él murió, tal como tú anoche!’
‘Sí. Imprimí una copia de ‘por si acaso’ que él dejó de sí. Creó un rastro de instrucciones a seguir para que lo lograra.’
‘¡Y anoche imprimió una copia tuya!’
‘Sí. Lo estás entendiendo.’
‘¡Coño!’
Nos quedamos en silencio durante un rato. Estaba indeciso sobre si romperlo.
‘Entonces, ¿tienes todos los recuerdos del otro? ¿Recuerdas – lo de nosotros?’
‘Por supuesto que sí, tonta’, respondo riendo.
‘¿Por qué es una tontería? Por lo que sé, eres sólo un facsímil. Un clon. Dios mío, ¿cómo es posible que esté teniendo esta conversación?’
‘Disculpa, tienes razón. No es una tontería. En absoluto. Bien, aquí los hechos: mi copia se hizo unas meras siete horas antes de que muriera. Así que recuerdo todo excepto lo que ocurrió en esas siete horas perdidas. En lo que a mi memoria se refiere, entré en la cabina ayer por la mañana, justo después de llegar del trabajo. Eso fue acabando de que me dieras ese tremendo halón de orejas y que Ian me despidiera. Entré en algún punto de la mañana y salí por la noche, para encontrarte en la sala, sosteniendo a mi antiguo yo.’
Justine piensa en esto por un momento antes de preguntar: ‘¿Entonces, cómo funciona la impresión?’
‘Sabrá Dios. Me imagino que Frank también. Física cuántica. Teoría de cuerdas. Universos múltiples. Por el estilo. Frank es físico. ¿Qué te apetece en tu tostada?’
‘Vegemite. Gracias. Entonces, ¿por qué sales al revés?’ (Nota del traductor: Vegemite es una pasta de untar particular de Australia, aunque similar a otras encontradas en el Reino Unido y Nueva Zelanda. Hecha a base de extracto de levadura para cerveza, vegetales y especies.)
‘No sé. Esperaba que Frank me lo explicara algún día. Todo lo que sé es que cambias en ese aspecto– cada vez que lo haces.’
‘¿Te sientes diferente?’
‘No. Notas pequeños detalles al cabo de unos minutos. Pero no sientes que seas una persona diferente. Es fluido. Aquí tienes tu tostada.’
‘Gracias.’ Muerde un bocado, luego sorbe su café. Suelta la taza y dice: ‘¿Podemos empezar de nuevo, pero esta vez ser absolutamente honestos el uno con el otro?’
‘Nada me gustaría más.’
‘Bueno. Yo empiezo. Fui una prostituta cuando universitaria. Y tu café es guácala.’
‘Tenía la sensación que sí.’
‘¿En vez, puedes hacerme una taza de té?’
‘¡Trato hecho!’
‘Ahora: háblame de tu esposa.’
‘Bueno, ella está en Perth...’
‘¿Al menos estás separado?’
‘Sí. Es más, ella me dejó. O más bien, dejó al otro.’
‘¿El otro es el que está en un encargo en Malasia?’
‘Ajá. Lo llamo D1.’
‘Déjame aclarar esto: ¿hiciste una copia extra de ti mismo?’
‘Soberana idiotez, ¿eh?’
Justine sube la vista y cruza los ojos. ‘Ya lo creo. ¿Por qué hiciste eso?’
‘Quería venir a Melbourne, pero me resistía a ‘borrar’ mi identidad. Me pareció que era lo mismo que ‘morir’ – también tenía miedo de perder lo poco que tuviera.’ La tetera acaba de hervir y vierto agua en dos tazas con bolsitas de té.
‘No me imagino por qué pensaste eso.’
‘Fue un obstáculo que tuve que superar al principio. ¿A ti no te molestaría?’
‘¿Usar los aparatos de tu tío? Por lo que he visto – no. Lo has hecho ya, ¿qué, dos veces? Frank parece haber andado en esas por los siglos de los siglos. No se me hace la gran cosa.’
‘¿Y no te preocupan los aspectos filosóficos, aquello de la vida, la muerte, la continuidad...?’
‘¿No te parece que a veces le das demasiada cabeza a las cosas?’
‘Supongo que sí’, digo sonriendo.
‘Vale, siguiente pregunta: cuando estabas conmigo, ¿le estabas siendo infiel a tu esposa? ¿Sí o no?’
‘Sí’, digo de inmediato.
‘Jum. No me hace gracia escuchar eso.’
‘Bueno, no pensé que necesitaba un abogado defensor.’ Me acerco a la mesa con las dos tazas de té. ‘Pero hay un contexto. Y al menos sirve como moción para mitigar los cargos.’
‘Está bien, escuchemos la moción.’
‘Bueno... nos besamos por primera vez antes que me enterara de la separación. Así que en esa etapa te engañé. Pero todo lo demás fue después que me enteré de que Kylie – esa es mi esposa – me había dejado de facto – o, al menos, había dejado a D1. Parece haber estado viviendo con otro hombre casi todo el tiempo que yo – o nosotros – hemos estado fuera.’
‘¿Quién es el tipo con el que está enredada ahora?’
‘Se supone que es mi ‘mejor amigo’. Al menos, es el título que él mismo se ha dado. Sabrá Dios cómo acabó metido en mi vida. Es un cabeza hueca total. Lo conociste – Brad.’
‘¿Bradley? ¡Dios mío! Veo a qué te refieres. Tengo una supuesta amiga así... Pero dime – y sé honesto: ¿te da celos que él y tu esposa estén juntos?’
‘En absoluto. Están hechos el uno para el otro. No sé cómo ni por qué terminé con Kylie. Fue un error desde el primer día. Por cierto, ella es la mujer que Frank no podía ver ni en pintura y viceversa.’
‘Lo supuse. Entonces, ¿por qué quedarte con ella todos estos años?’
‘¿Lealtad? No sé. Es esa rueda de conejillo de Indias de la que hablamos. Supongo que estaba tratando de vivir la vida de otra persona. No fue hasta que vine aquí – hasta que me 'reimprimí' – que descubrí lo esencial de la vida.’
‘Ajá ¿y de qué se trata todo este julepe?’
‘De ser fiel a ti mismo.’
‘Oigo a la gente cotorrear el estribillo a cada rato. No tengo idea de lo que realmente significa.’
‘Significa no engañarte a ti mismo. O más bien, no intentar engañarte, porque no creo posible realmente creer tus propias mentiras. Una parte de ti siempre sabrá la verdad.’
Supongo que he intentado durante años ser alguien que no soy, de una forma u otra.’ Termina su tostada y toma un sorbo de té. ‘Mucho mejor’, dice. ‘Siguiente pregunta entonces.’
‘¿No me toca a mí?’
‘En otra ocasión. ¿Volverías con Kylie?’
‘¡Ni a tiros! Incluso D1 no lo haría.’
‘De acuerdo, última pregunta – por ahora: ¿qué hay entre tú y este personaje D1?’
‘Bueno, creamos una copia (yo) pero no borramos al original (D1). Salí de la cabina aquí y él salió de la de Perth. Poco después lo enviaron a Kuala Lumpur. Y casi de inmediato, Brad se mudó con Kylie.’
‘No, quiero decir, ¿qué se suponía que debían hacer el uno por el otro?’
‘La copia debía apoyar al original. En esencia, me tocaba ganar dinero para que Kylie pudiera gastarlo.’
‘Eso suena completamente desquiciado.’
‘Más o menos.’
‘¿Por qué diantres aceptaste algo así?’
‘¿Alguna vez has tomado una decisión estúpida en tu vida?’
‘Vale. ¿Y qué pasa ahora que todo lo de Kylie quedó atrás?’
‘Curiosamente, D1 quiere mudarse acá.’
‘¿Qué – compartir el mismo techo – ustedes dos?’
‘Nop. Él pretende que me borre.’
‘¡Pfft! Qué descaro. Cuanto más oigo sobre tu otro yo, peor me cae.’
‘Para el caso, ídem.’
‘De paso, ¿cómo funcionaría eso? ¿Y no que el otro le tiene miedo a imprimirse a sí mismo?’
‘Él piensa venir en avión.’
‘¡Ay, por el amor de Dios! ¡No es más que la versión torpe de Danny Kaye! No vas a dejarlo hacer eso, ¿verdad?’
No. Ahora que lo mencionas, Frank y yo tenemos un plan. Se supone que viene el viernes, pero nuestro plan entra en acción esta tarde.’
‘¿En serio?’
‘Ajá.’
‘Si te mantienes fuera de la cámara.’
‘¡Claro! Supongo que vas a borrar al tipo, ¿verdad?’
‘No pareces molestarte la idea.’
‘¿Por qué debería? Recién te vi morir. Luego resucitar. Y después deshacerte de tu propio cadáver. El tú borrar a este huevón, el 'torpe Danny Kaye' – me importa un bledo. Ya que estás en esas, ¿puedes borrar al cabrón de Ian McCrae?’
‘Frank tiene una idea mejor aún para Ian. Pero un paso a la vez, ¿no?’
12:13 PM
Estamos preparando una trampa para D1. Está acostumbrado a que su computadora funcione conforme a cierto patrón de reglas. Frank está ocupado cambiando algunas de estas.
Mi comprensión de la programación informática es limitada, en el mejor de los casos. Me alegra que Frank parezca saber lo que hace.
Según Frank me ha explicado, todas las computadoras del estudio son parte de una red. Esto significa que pueden ser controladas de forma remota, siempre y cuando tengas el acceso como administrador. Como es de suponer, mi tío lo tiene.
Frank me ha mostrado cómo abrir un visor especial para que pueda verlo manipular el código en la computadora de D1 en Wanneroo. Como todo esto sucede tras bastidores, D1 no se enterará.
El resultado es que estoy sentado, embelesado, viendo al cursor desplazarse y el código eliminarse, escribirse, equivocarse y corregirse.
También tengo a Frank en Skype, y puedo verlo frunciendo el ceño mientras escribe con dos dedos. No está en su terraza habitual, sino en un estudio muy parecido al mío.
‘Casi llegamos, sobrino. Mira esto. ¿Puedes ver el código VBA en la pantalla?’
‘Eh – sí.’ En el visor está lo siguiente:
Sub imprimirsalto1()
Macro de impresión de freno1
Aplicación.Plantillas( _
‘C:\Usuarios\djurdjef\Datosap\Deambulando\ProfileGen\Profile Entries\1033\14\Profile Entries.pgb’ _
).ProfileEntries(PuertaCerrada). Imprimir Donde:=Entrada, _
PuertaCerrada:=Verdadero
Fin Sub
Por supuesto, todo esto me resulta en chino.
‘¿Notas la referencia a ‘PuertaCerrada’?’
‘Eh... Ah sí, ahí está. Cerca del final.’
‘Eso. Bueno, evita que el proceso de impresión ocurra si la puerta de la cabina de grabación está abierta. Es una precaución. Voy a desactivarla, tal como hice con el proceso de grabación. Mira. Espero que estés tomando notas. Quizás tendrás que hacer esto en mi lugar algún día.’
Estoy pensando ‘¡Sí, ¿como no?!’ pero digo: ‘Claro.’ Veo el cursor moverse sobre la penúltima línea y cambiarla para que lea:
PuertaCerrada:=Falso
‘¡Y eso es todo!’ Presiona ‘Guardar normalmente y salir’. ‘Hecho. Por supuesto, lo cambiaré todo de nuevo tan pronto termine todo. ¿A qué hora vas a llamar a D1?
‘Quedé a las 2:00 pm.’
Excelente. Espero que hayas hecho esas notas que te pidió. Tienes que ser convincente. Por el amor de Dios, por una vez en tu vida procura ser buen mentiroso.’
‘Haré lo mejor que pueda, tío. Llevo rato escribiendo ese resumen. No queda mucho por hacer.’
‘Mándaselo antes de hacer la videollamada. Así habrá menos posibilidades de que huela el truco.’
‘Dalo por hecho.’
‘¿Cómo está Justine?’
‘Bien, creo. Se ha ido a acostar otro rato. Parece que está sufriendo de choc. Mi conversación con ella esta mañana fue – no sé. Rara. Parecía distante, luego de repente normal, después otra vez distante.’
‘Nada sorprendente dado lo que pasó con Ian, sin mencionar verte muerto. Diría que está lidiando mucho mejor que la mayoría. Debe tener bastante estrés postraumático. Dale tiempo. ¿Consideraría ir al médico?’
‘Temo mucho tocarle el tema.’
‘Sí, lo sé, tío.’
No tendrás más remedio que empezar una vida nueva. Además, moriste de verdad. Creo que eso merece un cambio, ¿no?’
‘Supongo. Hablando de morir y esas cosas, necesitaré que me revisen el corazón adecuadamente tan pronto llegue allí. Un enfermero aquí mencionó que necesitaba un electrocardiograma.’
‘Sí, yo tuve que hacerme uno. Parece que has heredado un problema mecánico común en el clan Djurdjevic. Si es así, tiene arreglo. En cuanto a hospitales, nada de clínicas suizas; la impresión parece añadir niveles peligrosos de estrés postoperatorio. No te lo dije, pero tuve una salida estrecha después de volver de Europa. Así que te ingresaremos en algún lugar aquí en Río. Hay buenos médicos en todas partes. Claro, si tienes el dinero. Y yo tengo de sobra.’
Pauso un momento, luego digo: ‘Estoy consciente que no he conocido a Justine tanto tiempo, Frank, pero me destrozaría si tuviera que dejarla atrás.’
‘No se llega a mi edad sin conocer ese sentir. De hecho, me sucedió por primera vez a la tierna edad de quince años. Creo que nunca me recuperé. Pero si Justine decide quedarse en Melbourne, será cosa de ella. Nada habrá que puedas hacer. Sea como sea, los próximos días van a ser un proceso de investidura, Dan. De tomar el poder de decisión sobre sus propias vidas. Imagínate que nuestro plan la obligara a irse contigo: sería un resultado terrible. Nos resentiría a ambos hasta el final de sus días. No, ella merece tener la oportunidad de hacer lo que sienta que tiene que hacer. Y no podrá hacerlo en Melbourne a menos que Ian McCrae se esfume permanentemente – y no se le señale como involucrada.’
‘Cierto. Está bien, será mejor que termine ese resumen, tío.’
‘Una cosa más antes de que te vayas: estoy bastante seguro que Ian no se ha olvidado de ti. Así que he encargado a un nuevo bufete de abogados que se haga cargo de los asuntos de Pikkeljig. Lo he sentido mucho por Branka, pero no hay otra opción. Ya ella lo sabe. Le he pedido que mantenga a Ian ajeno a ello todo el tiempo que razonablemente pueda y ha aceptado hacerlo. Tengo la certeza que McCrae te amenazará en los próximos días, ya sea con una causa por allanamiento o con un aviso de desahucio. Querrá intimidarte para que te mudes, preferiblemente fuera de la ciudad. Si intenta eso, por supuesto que no sabrá que sus amenazas son inútiles dado mi cambio de bufete y previo aviso de mis nuevos abogados. Te estoy enviando una copia de eso ahora. Y antes de que se me olvide: ¿has cambiado las cerraduras?’
‘El cerrajero ya vino y se fue – hace media hora. Ian no podrá entrar.’
‘Música para mis oídos. La próxima vez que andes por Bourke Street, deja una copia de la llave en la nueva firma, ¿de acuerdo? Su dirección está en la carta que te estoy enviando.’
‘Ipso pucho.’
‘¡Ah, los planes están encajando bien! Manténme informado, sobrino. Y recuerda –’
‘No la cagues’, termino.
Sonríe, me guiña un ojo y rompe la conexión.
Momentos después abro Outlook y veo un correo electrónico esperando. Un mensaje en copia con un archivo adjunto, que abro:
Estimada sra. Markovic
Por la presente, se le informa que hemos sido instruidos para actuar en nombre del sr. Fenyops Pikkeljig, a/c Río de Janeiro en Brasil, en relación con los asuntos de su propiedad en Melbourne.
En consecuencia, asumiremos su papel como sus abogados en este asunto. Esperamos poder comunicarnos con usted a la mayor brevedad posible en relación con la transferencia de la documentación pertinente. Le adjunto la nota confirmatoria firmada por el sr. Pikkeljig.
También se nos ha encargado que le informemos específicamente que el sr. Daniel Djurdjevic, anteriormente de Perth, Australia Occidental, ha sido, desde el 17 de febrero de 2014, un huésped del sr. Pikkeljig en su casa de Princes Hill ('la residencia'). De momento, tiene permiso para quedarse allí indefinidamente.
El sr. Pikkeljig entiende que se le han dirigido varias amenazas al sr. Djurdjevic por parte de Ian McCrae, socio principal de su firma. Tales amenazas parecen haberse hecho basadas en la percepción que el sr. Djurdjevic no tiene permiso para estar en la residencia.
Nos gustaría confirmar que en ningún momento el sr. Djurdjevic ha estado en esa residencia sin el pleno conocimiento y consentimiento del sr. Pikkeljig.
Al cliente le perturba sobremanera que anoche el sr. McCrae visitó la residencia e intentó agredir al sr. Djurdjevic en los predios. El sr. Pikkeljig quiere dejar claro que no tolerará ninguna otra alteración a la paz de su invitado.
En consecuencia, cualquier incursión adicional en la propiedad por parte del sr. McCrae – o cualquier otra persona de su firma – será procesada como allanamiento tanto en los tribunales civiles como en los penales.Atentamente
Dorotea Fojas, Socia Directora, Bufete Cuentas y Asociados
1:12 PM
He estado bregando en el resumen de mierda para D1. ¡Qué pejiguera! Por suerte, escribo rápido, tanto componiendo como en mecanografía (como es probable notar por la velocidad con la que he escrito este relato).
Para ser convincente, he tenido que proporcionar detalles minuciosos de mi vida aquí. Muchos son reales, como los que se refieren a la casa, las paradas del tranvía, la ubicación de McMahons, dónde queda mi despacho (o más bien, dónde solía estar) y con quiénes interactúo más (o al menos, solía). Enfatizando en Silvio, Branka e incluso Justine.
Luego están los embustes descarados: como que me estoy volviendo rápidamente en socio íntimo de Ian, que jugamos baloncesto en las canchas de Docklands, donde tenemos cita fija para jugar a las 6:00 pm todos los jueves (a menos que se cancele o se modifique).
Le he descrito donde almuerzo (o, más bien, solía almorzar) en la ciudad, dónde hago la compra, sobre la señora Chew, los días de recogido de basura, las contraseñas en el trabajo... en fin, ¡el diablo y la capa! Ya casi termino.
Le escribo un breve correo electrónico y adjunto las notas en forma de archivo Word.
Hola D1
Aquí tienes, viejo. Lee esto y hablamos más por Skype en 45 minutos. Voy a subir un momento (baño y esas cosas) así que no estaré disponible antes de entonces. Sin embargo, definitivamente te veré a las 2:00. Avísame si tienes alguna pregunta y haré todo lo posible por responderla.
Bueno, mi papel está casi terminado. Creo que te va a gustar aquí. Hablamos pronto.
D2
Nótese que no he mencionado el anillo…deliberadamente. Presiono ‘enviar’.
1:24 PM
Mi móvil está vibrando en el bolsillo del pantalón. Es Silvio.
‘¡Ey, Silvio! – ¿cómo estás, compa?’
‘No – soy yo, socio. Estoy usando el teléfono de Silvio.’
‘Ah. ¡Hola, Zar!’
‘Oye, compa, estoy realmente preocupado. ¿No sabrás por casualidad dónde está mi hermana? Me quedé en casa de la mamá de Silvio anoche porque estaba muy encabronado con Juss. Cuando la llamé al trabajo, dijeron que había llamado para avisar que estaba enferma. El caso es que estoy aquí en casa y ella no.’
‘Tranquilícese, mi socio. Está aquí conmigo.’
‘¡Gracias a Dios! ¿Entonces se han reconciliado?’
‘Creo que sí. No estoy del todo seguro todavía. Tu hermana es una criatura muy compleja.’
‘¿Me lo dices a mí? Oye, ¿De verdad estás casado? ¿es cierto eso?’
‘Temo que sí. Pero estamos separados.’
‘¡Se lo dije a Juss! ¡Lo sabía! ¿Qué pasa con la casa? Juss dice que eres un intruso. Que ni siquiera conoces a ese tipo Pikkeljig.’
‘De casualidad, ella estuvo hablando largo rato con Pikkeljig anoche. Tanto en FaceTime como luego en Skype en mi computadora. Así que todo está en orden. Conozco a Pikkeljig desde que era muy, muy joven.’
‘¡Sabía que tenía que ser un malentendido! ¡Lo sabía! ¡Vale – uf! Hombre, eso fue un pugilato que no me hacía falta. ¿Te das cuenta de que desde que llegaste a nuestras vidas las cosas han estado, como, patas arriba?’
‘Sí, tengo esa impresión’, digo riendo. ‘Igual yo. Debemos ser una mezcla volátil.’
‘O eso, o los problemas te siguen adonde vas – como le dijiste a Juss.’
‘Sí, bueno. Puede ser.’
‘En fin, ¿vamos a poder cumplir con la fecha límite para enviar el EP o no?’ De repente entro en pánico y miro mi reloj mientras dice esto. ¡Me había olvidado por completo! Y una promesa es una promesa. A menos que sea la promesa que le hice a D1, por supuesto.
‘No te preocupes por eso, compa. Todo bajo control. Subiré los archivos a SoundCloud antes del cierre del viernes. Les enviaré un enlace a Fungus, a ti y a los demás. ¡Va a ser un palo!’ Le estoy diciendo eso, pero realmente no sé cómo encajar unas horas productivas de mezcla de sonido en los próximos días. Afortunadamente, Zar no nota la duda en mi voz.
‘Chévere. Oye, ¿entonces Juss sólo está fingiendo estar enferma?’
‘Eh – lamentablemente no. Es cierto que está bastante enferma. De hecho, ahora mismo está durmiendo.’
‘¿Por qué? ¿Qué le pasa?’
‘Eh – males de mujer. No me toca andar hablando al respecto. Pero estará bien. Necesitará tu ayuda, sin embargo.’
‘¿Cómo es eso?’
‘Necesito que vengas aquí esta tarde, recojas a Justine y la lleves de vuelta a casa para que pueda empacar algo de ropa. Estoy tomando la decisión ejecutiva de que se quede conmigo un par de días más hasta que esté mejor. Necesito que tanto tú como Silvio se queden con ella todo el tiempo que esté empacando. No quiero que ninguno de ustedes se aleje de su lado ni un momento, ¿entendido?’
‘¡Dalo por hecho!’
‘Tráela directamente aquí. No estoy trabajando, así que no tengo nada que hacer fuera de cuidarla. ¿Crees poder quedarte solo en casa?’
‘‘Solo en casa’ – igual de fácil que Macaulay Culkin. Ya me conoces: no paro la pata en casa de todas maneras. Estaré bien. Te diré, ¡estoy muy contento que ustedes dos estén juntos otra vez!’
‘Yo también, compa. Pero tomemos esto un paso a la vez por ahora.’
‘¿Por qué? No estás planeando más sorpresas, ¿verdad?’
‘No, pero nunca sabes qué podría estar acechando a la vuelta de la esquina.’
Se ríe – nerviosamente.
1:55 PM
Justine está en la escalera. Me sorprendió, no la escuché entrar.
‘No estarás empezando sin mí, ¿verdad?’
‘Por supuesto que no. Estaba a punto de llamarte.’
‘Sabes, la casa huele a hospital. Todo hiede a lejía.’
‘Sí – resultado de las instrucciones de Frank.’
‘¿Por qué está siendo tan quisquilloso al respecto? Ya no hay cadaver. No es como si la policía fuera a aparecerse, buscando una víctima de asesinato.’
‘La limpieza tiene que ver con el ‘plan 2’ – Ian McCrae. Todavía tenemos que ponerle la tapa al pomo del ‘plan 1’, así que si me das un momento, resolveremos el primero. Al plan 2 le metemos el diente a su debido tiempo.’
‘Jum. Está bien, pero quiero estar enterada de lo que pasa. Y prometiste ser honesto.’
‘No te preocupes, lo seré. ¿Qué tal dormiste?’
‘Mal.’ Baja las escaleras y señala la silla junto a mí. ‘¿Me siento aquí?’
‘Sí, perfecto.’
‘¿Qué le pasa a la cámara?’
‘Podremos ver a D1, pero él no podrá vernos – no voy a encender nuestra cámara.’
‘¿Por qué? Ah, entiendo... se daría cuenta que estas al derecho y se preguntará por qué. ¡Muy astuto!’
‘Te estás volviendo todo un zorro, ¿eh?’
‘Más vale tarde que nunca. Oh, oh. Ya está en línea. Voy a llamarlo. ¿Lista?’
‘¡Lista’
‘Aquí vamos.’ Presiono el botón de llamada (asegurándome que mi cámara esté desactivada) y espero. Pronto escuchamos ‘bop bi bop bi bop bap!’ y un tono de conexión alargado.
Pip.
Miro a Justine. Me devuelve la mirada, las ya familiares líneas marcadas profundamente entre sus cejas.
‘¡Hola D1! Sí, estoy aquí.’
‘¡No te veo!’
‘¿No? Espera.’ Finjo hacer arreglos, pero sólo estoy haciendo clics al azar en la pantalla. ‘¿Qué tal ahora?’
‘Sí, lo hice.’ Dice respirando profundamente. ‘Mira, no quiero ser grosero, pero son una mierda. No sé cómo puedes creer que voy a llegar allí y resolver con tan poca información.’
‘Eh… bueno, disculpa. Creí haber hecho buen trabajo.’
‘¿Creiste?! ¿Sabes lo que se logra cuando crees?’
‘Hacer ‘cree-cer’–’
‘– lo que tienes de burro’, termina D1. (Era un viejo dicho de nuestro maestro de sexto grado, el sr. Ouzman – o 'Ozzie' como nos gustaba llamarlo.) En ese momento, D1 está inclinado, su cara entre sus manos. Justine me mira de nuevo y gira su dedo índice alrededor de la sien, indicando estar chiflado.
‘¿Qué detalles adicionales necesitas?’
‘¿Cuándo es el próximo día de pago? ¿Dónde guardas tus archivos en la oficina? ¿Dónde guardas tu tarjeta de crédito? ¿Cuál es tu NIP? La lista es interminable.’
‘Si es interminable, ¿cómo podré terminarla?’
Abruptamente, D1 le da un manotazo a la mesa. ‘¡Vete a coger por el culo!’ Señala la pantalla con su índice. ‘Sabes tan bien como yo que si los roles fueran inversos, habría preparado algo mucho más completo que… ¡esta mierda!’ Recoge una versión impresa de mi resumen y la deja caer sobre el escritorio. Luego vuelve a inclinarse con la cara entre las manos.
‘Oye, tranquilo, la cosa no es tan grave. Confía. Te he dado todo lo que necesitas saber. Por ejemplo, tus archivos son guardados por tu asistente personal. Él entregará cada archivo y lo recogerá caso por caso. Tengo la tarjeta de crédito con una pista obvia sobre el NIP esperándote aquí sobre el mostrador de la cocina. Pan comido. Así que los detalles que no he mencionado son los que no importan o bien los que ya he resuelto. Necesitas tranquilizarte. Todo está bajo control. Todo estará bien.’
‘¡Estás hablando mierda!’ Da otro manotazo sobre la mesa.
‘Cálmate. ¿Qué te pasa, viejo? Te ves tenso.’
‘¡Coño, claro que estoy tenso! Llegué a casa y encontré un mensaje de texto de Teresa, diciéndome que ya no le intereso. Parece que ha estado saliendo con otro tipo todo este tiempo, abogado también. Se está mudando al Gold Coast para estar con él. (Nota del traductor: el Gold Coast australiano es un área costera, en el estado de Queensland, anclada en la ciudad homónima de Gold Coast y extendiéndose hasta la capital estatal de Brisbane. Es un área próspera, famosa por sus playas, el ‘surfing’ y otras atracciones turísticas.) Al parecer tiene un yate enorme atracado en su propio muelle privado al lado de su cabrona mansión.’
‘Jum. Lamento mucho esa noticia, socio. ¡Es un hueso duro de roer! Justine sacude la cabeza y arquea una esquina de sus labios.
‘Entonces recibo un correo electrónico de ese hijueputa Percy Kaso, diciéndome que me han despedido. Algo sobre un artículo en Lawyers Weekly.’ Se detiene para pasarse las manos por el cabello de las sienes. ‘Y por último, para colmo, llego aquí y descubro que todavía no me has enviado la mierda de anillo. ¿Cuántas veces tengo que pedírtelo? ¿Eh? ¿Cuántas?’
‘Primero, ¿qué te importa Dixons? Te vas de Perth, compa. Vienes aquí a un trabajo mucho mejor. ¡Cágate en ellos! Segundo, te enviaré el anillo enseguida.’
‘¿Enseguida?’
‘Enseguida.’
‘¡Más te vale!’
‘Cuando quieras.’
‘¿Qué coño, viejo? ¡Ya, ahora! ¡Acaba de envíarlo! ¡Haz una cosa bien en tu vida, por el amor de Dios!’
‘Aquí está.’ Saco el anillo de mi bolsillo y lo levanto. ‘Por supuesto que no puedes verlo, pero lo estoy sosteniendo mientras hablamos. Estoy presionando el botón de grabar.’ No hago tal cosa. La grabación ocurrirá al instante ahora que Frank ha quitado la ‘protección de la puerta’ – pero D1 no lo sabe. ‘Ahora voy a la cabina, lo dejaré en el piso justo en el centro. ¿Oíste? Exactamente al centro. Espera un momento.’ Le guiño a Justine, voy a la cabina y coloco el anillo un poco más allá del centro (para que no pueda alcanzarse desde la puerta, ni siquiera intentando arrastrarlo con un pie). Entierro el anillo en la lana de la mullida alfombra, haciéndolo un poco más difícil de ver: cualquier cosa para atrasar las cosas. Luego regreso. Consulto mi reloj mientras lo hago. Al igual que con las cronometradas anteriores, confirmo que debería tardar unos diecisiete segundos en llegar a la habitación, y otros cinco a siete segundos en agarrar un pedestal de micrófono si quiere usarlo para mantener la puerta abierta.
‘¿Ya volviste?’
‘Ajá. Todo listo. Deberías verlo en cualquier momento.’ Mientras digo esto, recibo el siguiente mensaje:
Grabando perfil 140312032014. ¿Desea imprimir en una ubicación de red? Sí/No.
Hago clic en 'Sí' y selecciono 'Perth'. Recibo este mensaje:
Imprimiendo el perfil 140312032014 al puerto de Perth. Por favor, espere...
Un nuevo perfil aparece en la carpeta del directorio de Perth.
Impresión finalizada. Presione cualquier tecla para continuar.
‘Bien – ya debería estar ahí.’
‘Sí, lo veo en el directorio.’ D1 se arrastra cansadamente fuera de du silla, luego se detiene para agitar su índice hacia la pantalla. ‘Ni se te ocurra intentar una maroma. Voy a trabar la puerta de la cabina por si acaso intentas borrarme de algún modo.’ Sonríe irónicamente para sí mismo. ‘Vaya, ¡hablando de juego de palabras! Percy Kaso.’ Entonces se dirige a la cabina. Mi corazón se acelera y empiezo a cronometrar, usando el reloj. Late a ritmo con el segundero:
1, 2, 3, 4, 5…
Frank ha encendido el micrófono periférico del estudio principal para que pueda escuchar los pasos de D1, aunque débilmente. Parece que agarra un pedestal de micrófono en el segundo 0:14. En el segundo 0:22 escucho un ruido como si estuviera atascando la puerta para dejarla abierta. Mis manos tiemblan mientras paso el cursor del ratón sobre el perfil.
Cuento tres segundos.
Hago un doble clic.
Se repite el mismo mensaje de hace un minuto:
Imprimiendo el perfil 140312032014 al puerto de Perth. Por favor, espere...
Unos segundos después recibo el segundo mensaje:
Impresión finalizada. Presione cualquier tecla para continuar.
Justine y yo esperamos treinta segundos más. ¡Una eternidad! Durante ese tiempo, ni la conexión de Skype ni el micrófono periférico del estudio captan el más mínimo susurro. Justine me mira con el ceño fruncido durante todo el intervalo. Eventualmente levanta los brazos como diciendo:
‘¿Y ahora?’
Sonrío: ‘Justine, querida, a juzgar por el silencio ensordecedor, podemos despedirnos de D1. Él, como solía decir mi antiguo vecino Jim, ‘le pertenece al pasado’.’
‘¿Cómo así?’
‘Acabo de reemplazar a mi antiguo yo – sustituyéndolo en la cabina por una simple banda de oro…’
Sólo queda llamar a Frank para informarle que el 'plan 1' ha sido un éxito. Lo haré en el acto, para que las preparaciones del plan 2 procedan a toda vela.
Me vuelvo hacia Justine y le digo: ‘¿Tienes algún problema con lo que hicimos?’
‘No – ¿debería?’
‘Bueno... hay quienes dirían que acabamos de asesinar a alguien.’
‘¿A quién?’
‘D1.’
‘Mm. No conozco a un D1. Sólo conozco a Dan Djurdjevic. Y en lo que a mí se refiere, él está justo aquí, sentado a mi lado. Lo que hemos hecho es regresar las cosas a como deberían haber sido.’
No sé si eso es cierto. Pero, con razón o sin ella, parece que he llegado a un punto en que simple y sencillamente me importa un pepino.
Por un lado, estoy llegando a la conclusión que lo que le hicimos a D1 no es tan diferente a lo que hace Frank al borrarse cada vez que viaja: cada copia es tan ‘Frank’ como el original. Sin duda sólo he hecho lo que mi tío hace de manera rutinaria.
Por otro lado, también queda claro que D1 y yo habíamos divergido mucho en las últimas semanas, tanto que apenas podríamos ser considerados la misma persona. En ese sentido, no sólo estaba borrando una imagen de mí mismo; estaba destruyendo a un individuo diferente, matando a un ‘gemelo idéntico’, por así decirlo.
Supongo que lo segundo debería pesarme. Sin embargo, cosa rara, no lo logra. Mi conciencia parece bastante dispuesta a acomodar (simultáneamente) las nociones inconsistentes de que D1 y yo éramos la misma persona, pero que éramos fundamentalmente (quizás peligrosamente) diferentes el uno del otro. Ambas ofrecen razones convincentes para eliminar a D1, pero son flagrantemente contradictorias.
Me pregunto si la respuesta a mi enigma es meramente esta: en algún nivel profundo y subliminal, hay un poco de sociópata en todos nosotros; lo que he hecho es explorar un tanto ese abismo.
O tal vez mi indiferencia al destino de D1 se reduce a la simple verdad de que el instinto de supervivencia supera a toda consideración.
9:42 PM
Creciendo en Tannup pasé mucho tiempo con mi Baba Vera y Deda Zdravko. Mamá y papá estaban demasiado ocupados en la panadería y cafetería del pueblo para cuidarme. Así que durante el día acompañaba a Deda por sus huertos de frutas o lo observaba en el cobertizo sorteanando bandejas para ser recogidas, embotellando mermelada, revisando los deshidratadores o discutiendo con los mayoristas y elaboradores de vino.
Por las noches, estaba en la cocina con Baba, quien típicamente estaría preparando la cena para toda la familia, incluidos mis padres. Papá estaría levantado desde las 3:30 am para empezar a hornear. Mamá habría estado despierta desde las 5:00 am para encargarse de la tienda. Por supuesto, al ocaso del día aparecían en casa de Baba, exhaustos y hambrientos. Frank también estaría allí, al menos durante su edad escolar, también durante las vacaciones universitarias. Todos a la espera de la sustanciosa comida casera de Baba.
Me pareció que esta noche a Justine le vendría bien una cena reconfortante. Así que preparé uno de los platos favoritos de Baba Vera: musaka (o como a los griegos les gusta llamarlo, moussaka).
La versión balcánica es ligeramente diferente. Mi Baba solía usar berenjena, al igual que los griegos. Yo no porque, como se recordará, soy alérgico a ella. Así que la sustituyo por calabacín (cosa prevísible dado mi gusto por la comida italiana). En caso de no ser alérgico a la berenjena, la he incluido como una opción en la receta a continuación (incluyendo la mezcla de sal con berenjena a lo Baba Vera):
Receta: Musaca balcánica (musaka)
Ingredientes (para 6 personas)
450 g de carne molida de res
7-8 papas medianas, peladas
1 berenjena grande, preparada como se indica a continuación (yo uso calabacín porque soy alérgico a la berenjena)
2 cebollas, finamente picadas
pasta de tomate (2 sobres)
2 tazas de leche
3 huevos
1/2 taza de caldo de res
1 taza de queso mozzarella
Preparando la berenjena
Si se va usar berenjena, primero hay que pelarla, cortarla en tiras largas y delgadas, salar ambos lados y dejarla envuelta en papel absorbente de cocina durante al menos media hora. Esto elimina la amargura de la berenjena.
Otros
aceite (yo uso aceite de semilla de uva)
sal y pimienta
tomillo fresco, orégano, unas hojas de laurel
PreparaciónCocinar las papas al vapor durante 4 minutos para reducir el tiempo de preparación, luego córtalas en rodajas medianamente finas.
Freír las cebollas en aceite a alta temperatura hasta que la cebolla empiece a dorarse.
Retirar las cebollas y dorar la carne molida. Agrega las cebollas y los sobres de pasta de tomate, un poco de tomillo, orégano y un par de hojas de laurel, dal y pimienta al gusto. Revolver hasta formar una salsa espesa (añadir un poco de caldo si es necesario).
Poner la mitad de las rodajas de papa en el fondo de una bandeja de vidrio rectangular en una capa de aproximadamente 2-3 rodajas de grosor. Luego añadir una capa de berenjena/calabacín. A continuación, añadir una capa de la mezcla de carne picada por encima. Entonces añadir una capa que contenga las patatas restantes. Rociar y esparcir aceite sobre la capa superior de patatas. Finalmente, vertir el caldo restante sobre la musaca.
Calentar el horno a 250°C, luego se hornea la bandeja durante 30 minutos.
Batir los huevos y la leche hasta que estén bien mezclados, añadiendo sal y pimienta al gusto. Retira la bandeja del horno y vierte la mezcla de huevo y leche por encima, luego esparcirle encima el queso mozzarella. Hornear otros 20 minutos o hasta que la capa superior se dore.
Zar y Silvio cumplieron con lo prometido y llevaron a Justine a casa para que empacara. Hice que Silvio llevara el coche de Justine a casa – no quería que Ian pasara y se diera cuenta de que estaba conmigo. Una vez todos regresaron, invité a los muchachos a que se quedaran a cenar. A fin de cuentas, tenía mucha musaka. Creí que sobraría como la mitad para mañana, pero gracias a esas pirañas en dos patas, sólo me quedó una porción, que acabo de poner en un recipiente de plástico y guardado en la nevera.
Ahora que los chicos se han ido, estoy llenando el lavaplatos. Justine me observa desde la sala, sentada en el sofá con las rodillas recogidas contra el pecho, sus brazos abrazándolas de manera protectiva. Dice más su lenguaje corporal que su boca en este momento. Rompe el silencio de manera súbita, como se le ha convertido en costumbre, diciendo:
‘Lo estás haciendo otra vez.’
‘¿Qué cosa?’
‘Lo de la toalla de cocina sobre el hombro.’ Señala con el dedo.
‘¡Ah eso! Me temo que es un hábito,. Kylie solía regañarme por ello. Decía que era antihigiénico o algo por el estilo.’
‘Eso es un disparate. Por cierto, no te estoy regañando. Sólo lo menciono. Para ser honesta, lo encuentro entrañable.’ Suelta sus rodillas lo suficiente como para tomar su copa de vino y darle un sorbo.
‘Ah. Bueno, en ese caso, me alegro.’
‘¿Puedes darme un poco más de detalle sobre lo de hoy? Quiero decir, entiendo que borraste a D1, lo sobreescribiste, como dijiste. Pero no estoy segura de entender cómo.’
‘Ah.’ Cuelgo el paño de cocina de nuevo en la puerta del horno, tomo mi propia copa de vino y me uno a Justine en la sala, sentándome frente a ella. ‘Funciona así. Cada vez que imprimes algo en la cabina, borra lo que hay dentro. Lo que hice fue básicamente imprimir otra copia del mismo anillo de bodas para el estudio de Perth. Al hacerlo mientras D1 estaba en la cabina, él fue sobrescrito. Ni siquiera tengo una copia de su perfil que tenga que eliminar. Para encontrar un perfil anterior de D1 tendrías que retroceder hasta el momento en que nos separamos: en otras palabras, el momento en que me imprimí por primera vez en Melbourne. Como entenderás, ese perfil sería tanto mío como de D1.’
‘Juzgando por lo que vi, has evolucionado mucho en ese intervalo.’
‘Así como D1 – excepto que él evolucionó en la dirección equivocada, el pobre. Creo que borrarlo fue un acto de misericordia.’
‘¿Qué tenía que ver lo de calzar la puerta? ¿Qué hay con eso?
‘Hay una protección incorporada en la programación. Normalmente no puedes imprimir en la cabina si la puerta está abierta. Hoy más temprano Frank utilizó su acceso como administrador para cambiar el código en la computadora de D1. Desactivó la protección de la puerta. Así que todo lo que tuve que hacer fue asegurarme de manipular a D1 para que entrara a la cabina en el momento justo – luego imprimir.’
‘Me parece que fue un poco arriesgado.’
‘Lo fue. Pero Frank había logrado encender un micrófono del estudio, que tiene un alcance muy amplio y captura todo, así que podía escuchar dónde estaba D1. Al menos aproximadamente. Además, cronometré todo hasta el último segundo.’ Al oír esto, asiente. Estuvimos sentados en silencio por un rato. Finalmente digo: ‘Mañana tengo que madrugar. Tengo algunos asuntos que atender. ¿Te sentirás segura aquí sola?’
‘Bueno, han cambiado todas las cerraduras. Además, Ian parece no saber que estoy aquí. Pero no estarás fuera por mucho tiempo, ¿verdad?’
‘No. Cuatro horas como mucho. De todos modos, saldré muy temprano; creo que empezaré a las 9:00 am. Debería estar de vuelta justo después del almuerzo.’
‘¿A dónde vas?’
‘Perth.’
‘¿A devolverle a Kylie su anillo?’
‘Bueno, no iba a tomarme la molestia. Pero sería un detalle para con él. Después de todo resulta una especie de último deseo de D1,.’
‘¿Y qué más?’
‘Todo es preparación para el plan 2, o sea, deshacernos de Ian McCrae.’
‘¿Vas a hacerle lo mismo que a D1?
‘No. Por desgracia. Ojalá fuera tan fácil. Suponiendo que pudiéramos atraerlo a la cabina – cosa que no es imposible – borrarlo sin dejar rastro probablemente nos causaría muchos problemas a todos.’
‘¿Por qué?’
‘Bueno, se convertiría en un desaparecido. Y hay gente que saben que él había visitado esta casa, desde en Cuentas y Asociados, casi todos en McMahons, hasta la señora Chew. Saben que me había amenazado. Inevitablemente la policía vendría a investigar. Más temprano que tarde encontrarían el estudio. Incluso podrían descubrir lo que pueden hacer los aparatos de Frank.’
‘Pero dijiste que Frank podía desmantelar las máquinas de aquí.’
‘Suponiendo que lo lograra a tiempo, queda el hecho de que yo sería un sospechoso. Si me escapara a Brasil, me buscarían – al menos para interrogarme – por el resto de mi vida. Cuando se está jugando en lo que Frank y yo estamos metidos, es lo peor que te puede pasar.’
‘Pero podrías permanecer aquí. Responder a las preguntas. Nunca podrían incriminarte.’
‘Excepto que habría un montón de otras preguntas que tendría que encarar: como ¿qué hubo con lo de estar en Kuala Lumpur y Melbourne a la vez?, completando días de trabajo para dos bufetes diferentes?’
‘Sin duda que la cagaste con tu plan original, ¿verdad?’
Me río y respondo: ‘¿Por qué crees que Frank estaba tan enojado conmigo? Por suerte, no es rencoroso. Y ahora que logro entender, tengo que estar de acuerdo: no hay de otra.’
‘¿Y la solución es…?’
Miro mi reloj. ‘No quiero engatusarte. Te lo explicaré. Pero el plan es muy complejo. Y mucho depende de lo que pueda lograr mañana y pasado. Si no, todo tendrá que cambiar – drásticamente. Te diré más al respecto cuando regrese mañana por la tarde, te lo prometo.’
El labio de Justine se curvea por una esquina, pero mantiene silencio.
‘Confía en nosotros. Frank y yo lo tenemos bajo control. Por ahora necesitas descansar algo más.’
‘Está bien. Pero te dejo salirte con la tuya sobre toda esta novela de misterio porque mi cabeza todavía está tratando de procesar lo anterior a esto. Eso, y porque estoy emocionalmente abrumada.’ Mientras lo dice, veo que sus labios comienzan a temblar y, por primera vez desde los eventos de ayer, lágrimas brotan en sus ojos. Los muros de la represa parecen a punto de agrietarse.
‘Voy a hacer lo que sea necesario para cuidar de ti, ¿lo sabes, verdad?’ digo en voz baja.
‘Te creo.’ Se limpia debajo de un ojo con el dedo. ‘Pero a fin de cuentas, te iras.’
‘No veo que haya opción.’
‘Sabes que no puedo ir contigo. Aparte del hecho de que apenas nos conocemos– mi vida, Zar, está aquí.’ Se limpia las mejillas con ambas manos. No estoy del todo seguro qué ha provocado las lágrimas, pero no soy tan tonto como para pensar que es por mi partida. Sea lo que sea, esto es bueno: las emociones reprimidas causan daño. D1 fue prueba clara de ello. Eventualmente digo:
‘Por eso el plan 2 no se trata de mí. Se trata de dejar algo para ti.’
‘¿Y qué sería eso?’
‘La oportunidad de dictar tu propio destino.’
11:47 PM
Estoy profundamente dormido, soñando. Algo de que D1 no había sido borrado y encontrármelo en la cocina hablando con Justine.
Me sobresalto por mi sueño y abro los ojos. Siento movimiento. Justine se ha metido en mi cama. Yace a mi lado, pero de espaldas a mí. La miro y veo que está en posición fetal, con las cobijas hasta la barbilla. Decido no mover un músculo.
Jueves, 13 de marzo de 2014, 5:55 AM
Me despierto antes de la hora prevista, cosa que ya es costumbre. Lo que no esperaba era encontrar a Justine acurrucada sobre mi pecho, rodeándome con un brazo. Me zafo de su abrazo muy despacio y con cuidado. Se da vuelta, suspira y sigue respirando profundo. Bugsy también se acomoda, enroscándose detrás de sus rodillas.
Cojo mi afeitadora y la ropa (elijo las que son un reflejo) y me dirijo al baño del cuarto de huéspedes donde me aseo.
Mientras me miro en el espejo, me doy cuenta que, a pesar de la falta de sueño, me veo renovado. Nada como el pobre D1. Su rostro fantasmal terminó atormentando en la mayoría de mis sueños; de hecho, todavía siento un poco de una ‘resaca emocional’ por eso.
Y mi corazón literalmente salta (la arritmia se vuelve más notable día a día) cada vez que pienso en la pobre Justine allegándose hasta mi cama.
Nada he querido más en los últimos días que darle a Justine un simple abrazo. Pero una combinación de mi instinto y su lenguaje corporal me ha advertido que me inhiba. Estoy muy consciente, gracias a algunos cursos introductorias en la universidad, de que la sicología post-traumática es un laberinto complejo de navegar. No tengo idea sobre las técnicas básicas, y mucho menos lo que podría ser ‘óptimo’ en tales circunstancias. Lo único que puedo hacer es apoyarla con mi presencia.
Irónicamente, hoy ni siquiera podré hacer eso, al menos no hasta la tarde. La preparación de detalles vitales para el plan 2 me llaman.
Mientras me afeito, reflexiono sobre lo egoísta que se había vuelto D1. No es la primera vez que siento inquietud sobre la posibilidad que una parte de mí debe ser así, o que al menos debo tener una tendencia a ello.
Para asegurarme de no repetir la misma trayectoria, trato de entender la mentalidad de D1. Acabo opinando que debió estar tan sumido en sus propios problemas que dejó de considerar a los demás. En cuanto a mí específicamente, ni siquiera se molestó en considerar que me había convertido en un ser independiente. Era más fácil para él persistir con la ficción de que yo era sólo una extensión desechable de su persona.
En el fondo, tiene que haber sabido que eso era falso. Como le comenté a Justine, en realidad nunca se creen las mentiras propias. En última instancia, estoy bastante seguro que esto era parte de lo que lo consumía: cuanto más se mentía a sí mismo, más pesada se volvía su cargo de conciencia subconsciente. Esto se reflejaba en su deterioro físico, sin mencionar los tics obvios, como el frotarse la cara compulsivamente.
En el contexto de mis comentarios a Justine, concluyo que D1 no estaba siendo sincero consigo mismo. En cambio, estaba huyéndole a la verdad. Estaba confiando en la disonancia cognitiva para reforzar su cobardía. Y, como he comentado antes, la cobardía y el egoísmo son en efecto dos caras de la misma moneda.
Es cierto que el plan de Frank y mío (se ha vuelto un plan conjunto ya, porque mi participación ha sido significativa) implica ‘huir’ en un sentido físico. Pero definitivamente no estamos huyendo de la verdad. Vamos a enfrentarla de frente. E iremos mucho más allá de lo que se requiere para nuestros propósitos. Le haremos justicia a Justine, incluso si eso implica riesgo para ambos.
Eso me anima. Que se joda D1. Si alguna vez fui esa persona, ya no lo soy. Y, de seguro, nunca volveré a serlo.
7:40 AM
‘¡Buenos días, señora Chew!’
He estado estirando las piernas, esperando coincidir con mi vecina. Tuve suerte.
‘Buenos días, señol Pikkeljig. ¿No vas a trabajal hoy, eh?’
‘De vacaciones, señora Chew.’
‘Qué bueno. Tu novia – ¿ya se fue, lah?’
‘Sí, volvió a su casa anoche.’
‘Ah – vi el coche yéndose.’
‘¡No se deben apresurar las cosas!’
‘Muy cielto, loj.’
‘Sra. Chew, Me temo que tengo malas noticias. Recibí otra llamada de ese horrible individuo.’
‘¡Ay no!’
‘Ay sí. Le quería pedir que tuviera la amabilidad de estar especialmente atenta durante el fin de semana. No quiero verme sorprendido por él.
Por supuesto, halé todo lo que pueda.’
‘Gracias, muy amable. Los vecinos deben cuidalse unos a otlos.’
‘Así es. Sólo por estar al pendiente, si mal no recuerdo usted me dijo que estaría fuera parte del domingo.’
‘Sí. Voy a casa de mi helmana en Geelong a las 11:00. Luego voy a lecogel a mi esposo en el aelopuelto. Debelía estal de vuelta a las 6:00 pm. ¿Vas a estal bien?’
‘Así espero. Pero es útil saber sus ausencias.’
9:59 AM
Estoy en el estudio mezclando música. He hecho una grabación original de 'Yoda' y creo que suena bastante bien.
Entonces me concentré en el número instrumental ‘Chasing the Devil’ y en ‘Good Enough for You’ – específicamente, la versión 'retro rock'. Las mezclas alternativas de reggae y jazz de este último siguen siendo en gran medida conceptuales hasta ahora, y van a ser las más difíciles de terminar. Pero al menos es un comienzo. Es inconcebible decepcionar a Zar y los otros.
Estoy mezclando con los auriculares puestos para no molestar a Justine. Está lejos de ser ideal; sé que los ajustes necesarios solo se harán evidentes una vez que reproduzca mis mezclas mediante los monitores. El problema con los auriculares es que proporcionan referencias engañosas sobre los volúmenes relativos. Pero eso es un problema leve: el grueso de la mezcla estará hecho y eso es lo que importa.
Me vengo a dar cuenta que Justine ha entrado en el estudio cuando una taza de té humeante es colocada frente a mí en el escritorio. Le sigue un abrazo alrededor de mi cuello (que trastoca un poco mis auriculares) y un beso en el dorso de mi cabeza. Siento el olor a jabón y el calor de una ducha reciente en su piel. Su cabello mojado se azota levemente mis mejillas. Me quito los auriculares y ambos podemos escuchar el coro de 'Good enough for you', junto con los acordes de barra, saliendo por las orejeras.
‘Hola. Gracias por el té. ¿Qué tal dormiste?’
Justine arrastra una silla junto a mí. ‘Mejor.’ Veo que tiene su propia taza, que ha colocado sobre el tope. La coge con ambas manos y toma un sorbo – sonoro. ‘Pensé que ya te habías ido. Dijiste algo sobre las 9:00 am. Pero eché un vistazo por la escalera y vi que todavía estabas aquí.’
‘Quería empezar a editar la música de la banda. Prometí terminar para el viernes.’
‘¿No estás hasta el colmo ya?’
‘Una promesa es una promesa.’
‘Cada vez me resultas más y más atractivo, ¿sabes? ¿A qué hora piensas salir para Perth?’
‘Eh, supongo que debería irme pronto. Creo que justo después de esta taza de té. La primera parada será en casa de Kylie, supongo. Después quiero llegar al banco tan pronto abra. Luego pasaré y me despediré de todos en Dixon, Cox y Peters. Entonces recoger un poco el estudio de Perth. Y por fin, a casa.’
‘¿Y me vas a explicar para qué es todo esto cuando regreses?’
‘Cuenta con ello. Una promesa es una promesa.’
‘Está bien.’ Me besa en la frente. ‘Vuelve pronto.’
Tomo unos sorbos grandes de mi té mientras guardo mis archivos y minimizo Acid Pro. Luego abro Profile Generator 3.2. Justine observa mientras selecciono ‘Grabar y anular’ y luego elijo imprimir en Perth. Aprovecho la oportunidad y le doy un beso rápido – cosa que noto no la sobresalta – luego voy hasta la cabina. Abro la puerta, la dejo cerrarse y me despido con la mano desde la ventana. Un momento después desaparece. Supongo que ella diría que yo hice lo mismo.
7:32 AM
Huelo el ya conocido olor a cemento mientras subo las escaleras hacia el dormitorio. Acabo de pasar buena parte de media hora limpiando el desorden de D1 en la planta baja. Había dejado la cocina hecha un asco: platos sucios sobre la mesa, migas y grasa en los topes y el suelo, una copa de vino con residuos, una botella vacía. También había dejado huellas por todas partes con sus zapatos sucios, así que tuve que sacar la aspiradora y el trapeador.
Arriba hay más devastación: D1 había dejado su mochila y maleta en medio del dormitorio principal, las había abierto y regado su contenido por todas partes. Parecía que le había dado una rabieta.
La mayoría de su ropa estaba sucia, olía a sudor seco y humo de cigarrillo rancio (creo haber oído que Teresa es fumadora).
Encuentro su teléfono móvil y echo un vistazo rápido a los mensajes. Sólo me molesto en leer el último de Teresa y noto que efectivamente suena exactamente como Kylie. Es esa rueda para ratones otra vez: D1 estaba buscando un alguien que cayera en un patrón que le resultara familiar. Mejor eso que arriesgarse a lo desconocido.
A fin de cuentas, meto todo de nuevo en la maleta, (incluyendo su teléfono, afeitadora y los pocos artículos de aseo que había dejado en el baño), arrastro la maleta y su mochila por las escaleras, las meto en la cabina y presiono 'Grabar y anular'.
Por supuesto, no selecciono una ubicación donde imprimir.
Una vez que la cabina se vacía, arrastro el perfil que he creado hasta el ‘bote de basura’ de reciclaje en la pantalla, luego borro todo su contenido.
El último rastro de D1 ha sido eliminado.
8:08 AM
‘Está justo aquí a la izquierda. Necesitaré que me espere un rato. Mantenga el taxímetro andando, por supuesto.’
‘¿Quieres que aquí te esperar?’ Por suerte, he conseguido exactamente el mismo taxista queme trajo la última vez.
‘Sí, por favor. Sólo voy a estar unos minutos.’
‘Jokey . ¿Este también ser lugar para hacer drogas?’
‘Si vas a denunciarlo, no te lo voy a impedir.’
‘No compa – sólo necesitar saber si tener que lejos mantener el taxi, porque poder pasar ¡¡¡PUM!!!’
‘Estará bien aquí.’ Busca sacarme más dinero. Esta vez no pienso caer en la trampa.
Camino por la vereda hacia la casa. El BMW de Kylie está en el garaje. El jardín se ve más descuidado que nunca; a las claras Brad es aún peor jardinero que yo. Jim está en su jardín delantero cavando en el césped otra vez (obviamente está de vacaciones). Le saludo con la mano y él asiente, solidario. Sabe que este es mi regreso, después de su llamada a D1.
Toco el timbre y me doy cuenta que ya no funciona, así que golpeo la pantalla de seguridad, que tiembla. Escucho pasos cortos y rápidos. Luego la puerta se abre bruscamente.
‘¡Dan! ¿Qué haces aquí? ¡Te hice claro que no vinieras!’ Mantiene la puerta de pantalla cerrada a modo de barrera.
‘Estoy aquí para despedirme, Kylie. No te sulfures. También tengo un detalle que darte.’
‘Jum. ¿Y qué será eso? ¿Un poco de bilis? No puedo creer que tengas el descaro de mostrarme tu cara después de todo lo que has hecho, enredándote con ese cuero de Teresa Rosario delante de todos. ¡Has hecho un papelón!’
‘Cierto. Así como el que has hecho tú con Brad. Pero todo resultó bien. No teníamos futuro juntos. Ambos lo sabemos. Aquí está tu anillo.’ Saco la alianza matrimonial (ahora otra vez al derecha) y se la ofrezco.
‘¡Ay! No la quiero.’
‘Es de oro, Kylie. Puedes fundirlo.’
‘¿Qué truco te traes?’
‘Ninguno.’
‘Sabrás, ¡tengo toda intención de pleitear contigo en los tribunales! El Sr. Dixon ya ha dicho que no tendré que pagar ni un centavo en honorarios. Nada te va a tocar. Merezco algo a cambio de todos estos años perdidos.’
‘Y lo obtendrás, Kylie. Te lo dejo todo. Todo. No necesitas preocuparte.’ Me mira con la cabeza inclinada de lado como un perro, el rostro retorcido.
‘¿Así como así, eh?’
Me río. ‘Así de fácil. Aquí tienes– toma el anillo. Tengo un taxi esperando.’ Señalo hacia la carretera.
‘No confío en ti.’
‘No te preocupes. Lo dejaré aquí en el umbral.’
Doy vuelta y me alejo por la vereda. Escucho a Kylie gritando a mis espaldas: acusaciones, obscenidades, justificaciones – todo el repertorio. Me subo al asiento trasero del taxi y el conductor dice: ‘¿A dónde ir ahora, compa?’
‘Centro Comercial Whitfords City. Luego al Banco Nacional, St Georges Terrace.’ Mientras el taxi arranca, veo a Kylie abrir la puerta y recoger el anillo del piso. Lo sostiene en su puño, que me agita mientras nos alejamos. Veo su boca moverse, pero no puedo oír una sola palabra. Sonrío y agito la mano en despedida. No necesitaba presenciar ese espectáculo, pero es lo menos que podía hacer por D1.
No me molestaré en visitar a mamá y papá; no se me ocurre nada que decirles.
9:12 AM
He pagado al taxista y se ha ido enfadado porque no le di propina. Quedó perplejo ante mi indiferencia a su amenaza de denunciar la casa de Kylie como un laboratorio de drogas. Me dejó en la Terraza, sintiendo la fresca brisa marina matutina ondeando mi ropa como vela en un mástil. Subo las escaleras hasta el vestíbulo del Banco Nacional.
9:24 AM
‘¡Sr. Gurdefish! Qué gusto verte, amigo mío. ¿Cómo estás?’
‘Bien, gracias Carl.’
‘Soy ‘Kahl’.’
‘Aja, sí. Carl.’ Hago caso omiso a su intento de señalar su placa de identificación.
‘¡Por aquí, por favor!’ Me lleva a su cubículo y da la vuelta para sentarse. Se inclina hacia mí y me mira a través de sus de lentes culo de botellas. ‘¿Cómo lo ayudamos?’
‘Quiero saber el balance de mi refinanciamiento hipotecaria.’
‘Excelente. Me gustaría retirar la suma redonda de $50,000, por favor.’
‘¡’Ño! ¿Estás seguro? Eso es mucho dinero. ¡Cómo te dije, tienes que procurar gastar menos!’
‘¿Qué se va a hacer, Carl? Mi esposa necesita un BMW nuevo. Es una necesidad.’
‘¡Contra! ¡Estás chiflado, viejo! ¿Seguro? ¡Ese es todo tu dinero de golpe y porrazo!’
‘Sí, estoy más que seguro. Mi esposa está al recibir una herencia en cualquier momento, así que no será problema.’
‘Bueno, está bien… ¡Pero de verdad que no lo creo,socio, de verdad que no!’
‘Créelo.’
‘¿Cómo quieres el dinero?’
‘En efectivo, por supuesto.’
‘¿En efectivo? ¿Tú estás loco?’
‘No. ¿Para qué crees que traje esto conmigo?’ Le muestro el maletín que acabo de comprar en el Red Spot de Whitfords City.
‘Okey, bien… Pero como tu asesor financiero, te advierto que esto es un disparate. Vas derechito a la bancarrota. Ah, y no podré ayudarte la próxima vez.’
‘La vida es temeraria’, digo. ‘A veces tienes que arriesgarte y bajar de esa rueda para ratones. ¿Sabes a qué me refiero, Carl?’
‘¡Soy Kahl. K, Y, L, E!’
9:59 AM
Estoy en la recepción de Dixon Cox y Peters.
‘¿Que quieres hacer qué cosa?’ pregunta Lucy.
‘Despedirme de todos’, respondo.
Lucy sonríe con desdén y dice: ‘Al sr. Dixon no le va a hacer gracia. A su juicio nos has traicionado.’
‘De hecho, así es, Lucy. He sido un fraude total. Necesito disculparme y espero que el sr. Dixon y yo podamos partir como amigos.’
‘Bueno, está bien entonces… Estamos a punto de la merienda matutina.’
‘Excelente. Puedo despedirme de todos mis amigos de una vez’
Lucy suspira, coge el teléfono y llama a la línea de Dixon. ‘¿Sr. Dixon? Tengo a Dan aquí… Sí, Dan… Dan Djurdjevic… Quiere disculparse con usted... Lo sé, pero él dice que sólo quiere disculparse y despedirse... ya sabe que es la hora de merendar...’ Escucha un momento, luego presiona el botón de pausa y me dice: ‘El Sr. Dixon quiere saber si vas a causar problemas.’
‘Por supuesto que no. ¿Por qué haría eso? Tengo otro trabajo en Melbourne.’
‘Leímos sobre eso.’
‘Todo va de maravilla. Sólo quiero disculparme, y despedirme.’ Lucy aprieta el botón de pausa otra vez.
‘Sí, sr. Dixon. Dice que definitivamente no quiere jaleo. Quiere disculparse con usted... Está bien, señor.’ Termina la llamada y me mira con una mueca de desprecio. ‘El sr. Dixon viene para acá. No confía en ti.’
‘Muy bien, perfecto.’
Unos segundos después, Dixon, Percy y Brad aparecen marchando hacia la recepción. Puedo ver a Lana y Sonja cuando se abre la puerta, y me saludan. Les devuelvo el saludo justo antes que la puerta se cierre de golpe.
‘¡Djurdjevic! ¿Qué demonios crees que estás haciendo aquí? Debería hacer que te escolten fuera de los predios.’
Percy se para junto a él, con los brazos cruzados y los pies separados, una sonrisa burlona en sus labios. Brad luce un tanto incómodo, una mano en la barbilla.
‘Vine a despedirme, señor Dixon. Eso es todo. Y pedir disculpas.’
‘¿Qué te traes? ¿Qué jueguito tienes entre manos?’
‘Ninguno, señor. Cuando uno se equivoca, hay que ser lo suficientemente hombre para admitirlo. No estuve en Kuala Lumpur en absoluto, señor. Estaba en Melbourne todo el tiempo. Tenía un trabajo allí, como sabe.’
‘Entonces, ¿quién estaba negociando con los malayos?’ pregunta Percy.
‘Teresa Rosario. Realizó todas las negociaciones por su cuenta. Ah, había otro hombre allí, pero olvido su nombre. Aparentemente ya está de regreso a la Costa Dorada. Los malayos debieron haber asumido que él era yo. Y Teresa aparentemente nada hizo para desengañarlos de la impresión.’
‘¿Por qué se tomó la molestia?’ pregunta Dixon.
Me da vergüenza admitirlo, pero fuimos amantes. No sé, supongo que Teresa pensó que podría cobrar el salario de McMahon al mismo tiempo que el de acá.’
‘¡Pero… eso es fraude!’
‘Le aseguro que nunca fue mi intención privar a su bufete del monto pagado en exceso. Estaré encantado de devolverlo. De hecho, insisto en que lo deduzcan de mi liquidación por despido, más interés.’
‘No te preocupes, nos aseguraremos de hacer eso exactamente’, dice Percy.
Veo la cara de Brad ponerse morada mientras protesta: ‘¡No entiendo: te vieron en Kuala Lumpur!’
‘Sí, alguien fue visto en Kuala Lumpur. Pero seguro que no fui yo. Sospecho que resultará ser el amigo de Teresa de la Costa Dorada, pero eso es sólo una suposición. Por otro lado, hay muchos abogados, paralegales, clientes y secretarios del registro de tribunales de Victoria que confirmarán que he estado en Melbourne desde finales de febrero. Ni siquiera tú eres tan imbécil como para pensar que alguien puede estar en dos sitios a la vez.’
‘¡Eh, mucho cuidado, cierra la jeta!’ grita Brad.
‘En cuanto al otro asunto, amiguito: Kylie es toda tuya. Por favor, mete mano. Son tal para cual. Tienes mí venia para hacerte cargo de todo en mi vida. Ten la certeza que le estoy dejando todo a ella (y a ti): la casa, el coche...’
‘¡Ajá! Pero no creas que vas a zafarte de tus deudas, mi socio. Kylie me mostró lo mal que andan tus finanzas. ¡Ni se te ocurra que te vas a escabullir de cumplir.’
‘¡Cómo si no lo supiera! No te preocupes. Calcula lo que debo y enviaré un cheque. Total, no puedo escapar de mis deudas, ¿cierto? A menos que me asesinen o algo así.’
10:47 AM
Ya estoy de vuelta en la casa de Wanneroo.
Tardé unos veinte minutos replicando los $50,000 que retiré.
Ahora tengo dos atachés: el original y otro que contiene cinco veces más- $250,000. Abro dos perfiles, listos para ser impresos ‘al derecho’ en Melbourne. Entonces borro ambos atachés. Estoy a punto de asegurarme que he dejado toda la casa cerrada con llave, para luego imprimirme de vuelta a Justine.
Pero antes de poder hacerlo mi teléfono comienza a vibrar en mi bolsillo (tuve que hacer una copia ‘al derecho’ de mi móvil al llegar a Perth, para que funcionara).
No es un número conocido. Contesto. ‘¿Hola?’
‘¿Es el renacuajo de Djurdjevic?’
‘¡Ah, Ian! ¿Cómo andas, viejo? ¿Qué tal el diente?’
Me alegra que haya llamado. Ya empezaba a preocuparme que tendría que llamarlo primero.
‘¿Y tú, so mojón, qué tal la cara?’
‘¿Mi cara? ¡Ni hablar, tan bella como siempre!
‘¡Tscha! ¡So mariconcito, ni te atreves a asomarte por la ventana, desde que te la desarreglé.’
‘¿No crees que si lo que dices fuera cierto mi voz sonaría algo… apagada? Digo, porque a mí me resulta obvio en tu hablar que tienes una bemba hinchada.’
¡Lengüilargo! Debí haberte machucado más por ese golpe de suerte.
Me arrancaste uno de mis frontales de raíz, so pila de mierda. Por tu culpa tengo que ir el martes que viene a por un implante. Se me hace que poco te hice.’
‘¡Pobrecito, qué pena me da! Pero mírale el lado bueno: es algo que nos une.’
‘Habla toda la mierda que quieras, so cabrón. Pero tengo el consuelo de haberte jodido toda la cara.’
‘¡Qué curioso! En el espejo todo me parece en orden.’ Mientras lo digo, subo las escaleras fuera del estudio y voy hacia la puerta de la calle.
Tengo una idea bastante clara de dónde Ian está ubicado en este momento, y suplico que Justine no esté a la vista.
‘¡Ja, ja! De todas formas, siempre has sido un caraeculo. Extranjeros de mierda. Ustedes son todos iguales, ¿sabes? La desgracia de Melbourne.
Aparte de todo, ¿adivina dónde estoy, sabihondo? ¡Claro que puedes! En tu puerta de entrada. Debes estar escondido adentro. Veo que sigues aquí- hasta has cambiado las cerraduras. ¡Qué descaro! No te creía tan burro como para quedarte aquí.
No cuando te he dado amplia oportunidad de largarte sin consecuencias.
Has abusado de mi tolerancia y amabilidad. No me estás dando buena impresión.’
‘Caray, ¡cuánto lo siento! Sí, todavía estoy viviendo ahí. Pero te equivocas sobre dónde estoy.
Escucha: estoy saliendo a la calle. ¿Oyes mis pasos, compadrito? ¿Y el ruido del tráfico? ¡Qué raro que no te veo!’
‘Vale, entonces te estás escondiendo en otro lado. ¡Gran mierda! Más te vale largarte antes del anochecer, porque entonces es cuando pienso llamar a la policía.
Después de eso, voy a hacer que te desaforen. No sólo en Victoria, sino en todas las jurisdicciones en Australia. Jamás podrás ejercer como abogado.
‘Antes que lo hagas, te voy a proponer algo. Así que no te precipites.’
‘¿De qué se trata?’
‘Reúnete conmigo en Caffe e Cucina en Chapel Street de South Yarra, el sábado a la 1:00 P.M. y te lo explico. Queda al lado de The Greek Deli Taverna. Haré reservación en el área del patio.
¿Qué mierda de proposición me podrías hacer tú que me tenga el más mínimo interés?’
‘Ya verás. Valdrá la pena.
‘Mucho lo dudo. ¿Por qué Chapel Street?
‘Porque me gusta la cocina italiana. Además quiero un lugar público, en caso que pierdas los estribos.’
‘¡Ah! Tu falta de cojones haciendo gala otra vez. ¡Qué poco hombre eres!’
‘Yo lo considero sentido común. Pero llámalo como te dé la gana. Total, me cago en tu opinión.
En fin, ¿estamos de acuerdo? Sí lo que tengo que ofrecerte no te interesa, pues procede a hacer lo que tienes en mente.’
Ian ríe. ‘¡Qué clase de pendejo eres! Pero está bien. Voy a seguirte el juego. Por ahora. Aunque no entiendo por qué me tomo la molestia. Por cierto, Dios te libre que me entere que estás ocultando a Justine.’
‘No tenía idea que te estuviera evitando- pero si lo está haciendo, quién la culpa. Además, se me hace un misterio cómo se te puede ocurrir que ella esté conmigo. Tú te encargaste de demoler cualquier oportunidad que hubiera tenido. ¿O la trompada que te di también te jodió la memoria?’
‘Me haces mear de la risa. De veras que sí. ¿A qué oportunidad te refieres?
De verdad creíste que ella iba a seguir arrastrándose por las cunetas contigo, cuando está acostumbrada a mucho más? Siento decírtelo, amiguito, pero sólo te usó para hacerme hincapié sobre su punto de vista. Careces del dinero necesario para hacerla feliz. Esa actuación tuya de perrito faldero sólo sirve para lucir aún más patético a sus ojos.’
‘Quizás. De todos modos, no la he visto. Prueba suerte en su casa.’
‘¡Vete a coger por el culo! ¡Claro que he ido a su casa! Su coche está, pero dentro sólo el hermanito adicto. ¡Cabrón malagradecido! ¡Le mantuve el vicio, hasta lo puse en contacto con mi suplidor! El muy pendejo estaba tan a gusto. ¡Por fin su hermana se consiguió un novio capaz de mantenerle su estilo de vida!’
‘Sin duda que eres una fuente de generosidad.’
‘Demasiado generoso. Y eso también se aplica a tí. Debería mandar a echarte de la ciudad ahora mismo. Pero te haré un último favor. Dos días más, pendejo. Nada más. Total, me dará placer verte esa cara fea que me esmeré en descojonarte. Lo único que siento es que eres demasiado maricón para enfrentarme, y poder entrarte a palos otra vez a cambio de mi diente. Así que nos vemos el sábado, cojudo. Veamos qué ‘propuesta’ me tienes.’
Ian ríe mientras corta la conexión. Respiro hondo, vuelvo adentro y cierro la casa con llave. Luego bajo al estudio para regresar a mi ‘hogar’.